Versión Disney: Eres un príncipe, te encuentras una tía dormida en una casa llena de enanos. Te enamoras del cadáver. Decides besarlo. Cuando ella despierta por tu beso, pobre como las ratas, sin familia y con unos enanos mineros como únicos amigos, tú decides casarte con ella (con el consiguiente escándalo que se monta en tu reino porque el heredero real se case con una plebeya desconocida para todos). Su madastra se cae por un precipicio y todos contentos porque era una mala señora.